(EFE).- Un violador que sedujo a una niña de doce años permaneció tres meses escondido debajo su cama sin que los padres de la menor, que vivían en la misma casa, se dieran cuenta, informa hoy el diario británico "The Times".
Scott Jennings, de 22 años, conoció a la niña en un autobús en noviembre del año pasado.
Jennings, convenció a la menor para que lo llevara a su casa, donde la niña lo metió a escondidas.
El delincuente convirtió la parte de debajo de la cama de la menor en un escondrijo tras retirar unas tablas de madera que estaban debajo del colchón y crear un hueco para meterse.
De esta forma podía ocultarse cada vez que escuchaba aproximarse a la madre de la niña.
La menor sacaba comida de la nevera para alimentar a su violador, a quien consideraba su novio secreto.
La presencia de Jennings no se descubrió hasta la desaparición de la joven en enero pasado.
Tras leer una nota que le había dejado su hija que decía que se encontraba bien y que no se preocupara por ella, la madre, que todavía no sabía la existencia del desconocido, contactó con la policía.
Al final, la policía encontró al violador y a su víctima en un pueblo cercano a Manchester.
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