- Casarse con una mujer rica es contraer patrimonio.
- Hay una delicada línea entre pescar y hacer el imbécil en un río.
- Sólo quien ha comido ajo puede darnos una palabra de aliento.
- Al punto le salió un rabito y entró en estado de coma para siempre.
- Todo el mundo es normal antes de conectarse a Internet.
- Estar de novio con una fea constituye un novi-asco.
- El médico general es el que sabe que su paciente morirá. El médico especialista es el que sabe de qué.
- Dile a un hombre que hay 400 billones de estrellas y te creerá... dile que la pared tiene pintura fresca y la tocará...
- ¿Sed de conquista? agua de colonia.
- Si la montaña viene hacia ti, ¡ Corre, es un derrumbe!
- La cara de un niño lo dice todo. Sobre todo, la parte de la boca.
- A los ahorcados se les hace un nudo en la garganta.
- Igual para los perros somos cosas que tiran palos...
- Nada dura tanto como un amor imposible.
- Los avaros deberían morir de cálculos.
- El dinero no hace la felicidad porque los ricos no necesitan ser felices.
- Arrojarse al abismo es una precipitación.
- La lombriz es un animal sin pies ni cabeza.
- Nada produce tanta rabia como la mordedura de un perro rabioso.
- Los cuernos convierten la frente en una afrenta.
- El psiquiatra es un médico demente, perdón, de mente.
- Nada tiene tantos sinónimos como las cosas innombrables.
- Autobiografía de un jamón: Yo era un cerdo pero me curé.
- Es mejor no saber como se hacen las salchichas ni las leyes.
- Un hombre sin religión es como un pez sin bicicleta.
- Así se avanza en la vida: Primero uno cree en Papá Noel, luego uno no cree en Papá Noel, y al final uno es Papá Noel.
- Primer descubrimiento en la mañana de navidad: las pilas no estaban incluidas con el juguete.
- Primer descubrimiento en la tarde de navidad: el niño tiene un juguete novedoso y sserá el padre quien estará jugando con él mientras el niño jugará con la caja en que vino el juguete.
- Si los borrachos estuvieran en el poder lo tendríamos todo doble.
- El seguro lo cubre todo, menos lo que pasa.
- A las cuatro de la mañana nunca se sabe si se es demasiado tarde o demasiado temprano.
- Hay una delicada línea entre pescar y hacer el imbécil en un río.
- Sólo quien ha comido ajo puede darnos una palabra de aliento.
- Al punto le salió un rabito y entró en estado de coma para siempre.
- Todo el mundo es normal antes de conectarse a Internet.
- Estar de novio con una fea constituye un novi-asco.
- El médico general es el que sabe que su paciente morirá. El médico especialista es el que sabe de qué.
- Dile a un hombre que hay 400 billones de estrellas y te creerá... dile que la pared tiene pintura fresca y la tocará...
- ¿Sed de conquista? agua de colonia.
- Si la montaña viene hacia ti, ¡ Corre, es un derrumbe!
- La cara de un niño lo dice todo. Sobre todo, la parte de la boca.
- A los ahorcados se les hace un nudo en la garganta.
- Igual para los perros somos cosas que tiran palos...
- Nada dura tanto como un amor imposible.
- Los avaros deberían morir de cálculos.
- El dinero no hace la felicidad porque los ricos no necesitan ser felices.
- Arrojarse al abismo es una precipitación.
- La lombriz es un animal sin pies ni cabeza.
- Nada produce tanta rabia como la mordedura de un perro rabioso.
- Los cuernos convierten la frente en una afrenta.
- El psiquiatra es un médico demente, perdón, de mente.
- Nada tiene tantos sinónimos como las cosas innombrables.
- Autobiografía de un jamón: Yo era un cerdo pero me curé.
- Es mejor no saber como se hacen las salchichas ni las leyes.
- Un hombre sin religión es como un pez sin bicicleta.
- Así se avanza en la vida: Primero uno cree en Papá Noel, luego uno no cree en Papá Noel, y al final uno es Papá Noel.
- Primer descubrimiento en la mañana de navidad: las pilas no estaban incluidas con el juguete.
- Primer descubrimiento en la tarde de navidad: el niño tiene un juguete novedoso y sserá el padre quien estará jugando con él mientras el niño jugará con la caja en que vino el juguete.
- Si los borrachos estuvieran en el poder lo tendríamos todo doble.
- El seguro lo cubre todo, menos lo que pasa.
- A las cuatro de la mañana nunca se sabe si se es demasiado tarde o demasiado temprano.
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