Ir al contenido principal

Domingo de lluvia, domingo en casa...


Domingo de lluvia, domingo en casa.
Me di cuenta de que, durante todo el día, estuve rodeado de cosas que me han regalado últimamente. Me siento afortunado. Libros de Horacio Quiroga, Doris Lessing y Mario Benedetti, modelos a escala para armar de la Torre Eiffel y la Torre de Pisa, y muy especialmente, la taza de “El Principito” que me trajeron de México, con la cual el café sabe a estrellas que saben reír. 
Faltó el rompecabezas. Eso también fue un regalo. Quinientas piezas de frustración, paciencia y confusión. Mi orgullo magullado me impide tomarle una foto. La tomaré cuando lo termine, porque sí, lo voy a terminar, así tenga que limpiar la sangre de mis dedos de las fichas de cartón. Y es que necesito terminarlo. Mi ego lo reclama. Suficiente tengo que me haya retado a mí mismo a cocina pasticho para terminar almorzando una lata de atún. Bueno, al menos agregué otra receta a la -larga- lista de cosas que pueden quemarse por fuera, pero quedar crudas por dentro. 
Lluvia, café, Benedetti, un horno que casi explota, piezas que no encajan y mucha, mucha serenidad autoimpuesta… Odio admitirlo, pero me hacían falta domingos así.


Fuente: http://goo.gl/fsc3e

Comentarios

Entradas populares de este blog

katysancheski

Comida a domicilio

Piropos salvajes

FUENTE: sanvalentin.org/ LomoNegro: No creo que estos piropos sean muy recomendables para conquistar a la amada (por mucho humor que contenga...) Los piropos de torrente Si vistes la película sabrás que sus métodos no son la manera más recomendable para ligar pero podrás reirte recordando las mejores frases del mítico persona cinematográfico torrente. Tus ojos son como dos sartenes, cuando los veo se me fríen los huevos. Eres más enrollada que las pelotillas de mis pinreles. Estás tan buena que te comía con ropa y todo aunque pasara un mes cagando trapos. ¿Buscas el tocador? pues ese soy yo. No te lo vas a creer, pero hace treinta segundos yo era maricón. Te voy a meter más rabo que cuello tiene un pavo. Miedo te tenía que dá si supieras donde me cuelgo la toalla mojá y el albornoz cada vez que pienso en tu cuerpo. Te voy a comer tol abujero negro sideral. Cada vez que te veo se me pone...